¿Es posible el debate entre un perito y un testigo experto?

En esa misma línea, el art. 378.7 del código procesal penal acota lo siguiente: “los peritos podrán consultar documentos, notas escritas y publicaciones durante su interrogatorio. En caso sea necesario, se realizará un debate pericial, para lo cual se ordenará la lectura de los dictámenes periciales o informes técnicos que se estimen convenientes”.

Como se puede ver, la norma procesal solo regula el debate entre peritos, sean estos de oficio o de parte. Sin embargo, ¿qué pasa cuando hay discrepancia entre un perito un testigo experto? ¿es posible que se ordene un debate entre estos órganos de prueba?

El art. 166 del código procesal penal hace una referencia al testigo experto al señalar lo siguiente:

“No se admite al testigo expresar los conceptos u opiniones que personalmente tenga sobre los hechos y responsabilidades, salvo cuando se trata de un testigo técnico.”

Si bien este tema aún no ha sido abordado por la norma procesal y por la jurisprudencia de manera expresa, sí se ha detallados las características e importancia del testigo experto en el juicio oral. A continuación, citamos fragmentos de jurisprudencia sobre ello:

Casación 1773-2021, Huancavelica:

3. (…) El testigo experto, testigo perito o testigo técnico —son denominaciones sinónimas— es una persona que no es designada por las partes o el órgano judicial y que conoce de los hechos por alguna circunstancia o motivo específico —generalmente casual o por alguna vinculación con los hechos—, los cuales detalla o expone a partir de sus conocimientos especializados (ex artículo 166, apartado 3, del CPP).

Tercera Sala Penal de Apelaciones Nacional – Resolución 5 del 10 de mayo de 2024 en el Exp. 00004-2017-94-5001-JR-PE-03:

7.13. Esto significa que, por regla general, el testigo solo puede declarar sobre hechos que ha percibido directamente a través de sus sentidos, sin emitir juicios de valor u opiniones personales. La excepción a esta regla es el testigo técnico, quien, en virtud de sus conocimientos especializados sobre una ciencia, arte o técnica, sí está habilitado para expresar conceptos, opiniones o explicaciones sobre los hechos, que van más allá del mero relato de lo percibido.

8.4 En segundo lugar, cabe precisar que, si bien el testigo técnico no presenció los hechos de manera directa, su declaración no versa sobre los hechos en sí mismos, sino sobre aspectos técnicos, científicos o artísticos que permiten comprender, explicar o valorar mejor determinados hechos o circunstancias relevantes para el caso. Por tanto, no se le exige haber percibido los hechos, sino tener conocimientos especializados para ilustrar sobre ellos.

8.7 En ese sentido, el auto recurrido no afecta los principios de legalidad y debido proceso, pues no admite un medio probatorio prohibido por ley ni cercena el derecho de defensa del Ministerio Público. Por el contrario, permite la actuación de prueba pertinente y útil, garantizando el derecho de todas las partes procesales de intervenir en la referida declaración. Si bien la norma jurídica no es objeto de prueba, sí puede ser objeto de explicación, interpretación o aplicación por parte de peritos, técnicos o expertos, a fin de determinar sus alcances, sentido, presupuestos o consecuencias en relación a los hechos del caso, ello no implica sustituir la labor del juez. Los argumentos técnicos o jurídicos que pueda brindar el experto en su declaración podrán ser oportunamente cuestionados, debatidos o refutados por las otras partes en la investigación preparatoria propiamente dicha o en el juicio, ejerciendo contradictorio. No se aprecia una situación de indefensión o arbitrariedad al respecto. Por lo que este Colegiado Superior estima que el segundo agravio postulado por el Ministerio Público tampoco es atendible.

Como se puede ver, la categoría de testigo experto permite aportar conocimientos técnicos o científicos a la audiencia, y por tanto se trata de un órgano de prueba cuyo testimonio puede ser debatido. En ese contexto, si bien no se trata de un perito, consideramos que sí es posible el debate entre un perito y un testigo experto, siempre y cuando tengan una opinión discrepante y la misma haya sido sustentada en audiencia al momento de su declaración.

Dentro de la libre valoración de la prueba, el juez debe tener todos los elementos que le permitan llegar a un correcto juicio de valor para emitir una sentencia motivada arreglada a derecho, y por ende eso incluye la posibilidad de ordenar un debate entre dos órganos de prueba, así no tengan la misma categoría, siempre y cuando el tema a debatir sea conocido por ambos y hayan mostrado puntos discrepantes en audiencia, y ambos con sustento técnico y científico.

En conclusión, sí es posible solicitar el debate entre un testigo experto y un perito, siempre y cuando sea sobre el mismo tema que ambos dominen de acuerdo a su profesión, y sobre todo hayan tenido una posición discrepante, con el debido sustento técnico expuesto durante el juicio oral. Sostener lo contrario no solo afectaría la función jurisdiccional, sino primordialmente el derecho a la prueba y a la defensa de los sujetos procesales.